lunes, 22 de septiembre de 2008

Micro

Todo lo que se pega es gratis,
partiendo por los stiker de sailor moon..

FIN

3 comentarios:

Dailhar dijo...

"Ser al infinito -la infinición- significa existir sin límites y, en consecuencia, con la modalidad de un origen, de un comienzo, es decir, aún como ente. La indeterminación absoluta del 'hay' -de un existir sin existentes- es una negación incesante, a un grado infinito y, en consecuencia, una limitación infinita. Contra la anarquía del 'hay', se produce el ente, sujheto de lo que puede llegar, origen y comienzo, poder. Sin el origen que tiene su identidad de sí, la infinición no sería posible. Pero la infinición se produce gracias al ente que no se pierde en el ser, que puede tomar sus distancias frente al ser, al mismo tiempo que sigue ligado al ser; dicho de otra manera, la infinición se produce gracias al ente que existe en verdad. La distancia frente al ser -por la cual el ente existe en verdad (o al infinito)- se produce como tiempo y como conciencia o aún como anticipación de lo posible. A través de esta distancia del tiempo, lo definitivo no es definitivo, el ser al mismo tiempo que es, no es aún, permanece como suspenso y puede, en todo momento, comenzar. La estructura de la conciencia o de la temporalidad -de la distancia y de la verdad- se debe a un gesto elemental del ser que rechaza la totalización. Este rechazo se produce como relación con lo no-englobable, como el recibimiento de la alteridad, concretamente, como presentación del rostro. El rostro detiene la totalización. El recibimiento de la alteridad condiciona pues la conciencia y el tiempo. La muerte no viene a comprometer el 'poder' por el cual se produce la infinición como negación del ser y como nada, sino que amenaza el poder al suprimir la distancia. La infinición es limitada por el 'poder' en el retorno del poder al sujeto del cual emana, que 'envejece' al hacer lo definitivo. 'El tiempo en el que se produce el ser al infinito va más allá de lo posible'. La distancia de la fecundidad frente al ser, se entrega por entero a lo real; consiste en una distancia frente al mismo presente que escoge sus posibles, pero que se ha realizado y envejecido en cierto modo y que, en consecuencia, paralizado como realidad definitiva, ya ha sacrificado sus posibles. Los recuerdos, en la búsqueda de tiempo perdido, proporcionan sueños, pero no devuelven las ocasiones perdidas. La verdadera temporalidad, en la que lo definitivo no es definitivo, supone la posibilidad, no de recuperar todo aquello que podría haber sido, sino la de no arrepentirse más por las ocasiones perdidas ante lo infinito ilimitado del porvenir. No se trata pues de complacerse en algún romanticismo de los posibles, sino de escapar a la aplastante responsabilidad de la existencia que vira en destino, de ponerse de nuevo en la aventura de la existencia para ser al infinito. El Yo es a la vez este compromiso y esta liberación y en este sentido tiempo, drama de muchos actos. Sin multiplicidad y sin discontinuidad -sin fecundidad- el Yo seguiría siendo un sujeto en el que toda aventura vendría a ser la aventura de un destino. Un ser capaz de otro destino que el suyo, es un ser fecundo. En la paternidad, en la que el Yo, a través de lo definitivo de una muerte inevitable, se prolonga en el Otro, el tiempo triunfa por su discontinuidad, sobre la vejez y el destino. La parernidad -el modo de ser otro al mismo tiempo que sí mismo- no tiene nada de común ni con una tranformación en el tiempo que no podría superar la identidad de lo que atraviesa, ni con alguna metempsicosis en la que el yo no puede conocer más que un avatar en lugar de ser otro yo. Es necesario insistir en esta discontinuidad."

-E. Levinas, TI, pp. 288-289.

Martina,
hagamos el amor de aquí a tres semanas.

Atisbos dijo...

En la respiración sexual está el pliegue de la vida y la esquizofrenia.
Si se cree en la política, se entiende el sexo como análogo a la virilidad. Si se padece la política, se entiende el sexo como una explosión de la subjetividad, un estertor divino, los ojos desenvueltos, la esquizofrenia desbordada.

:.:.: Stellae :.:.: dijo...

Y el perrito que pasa moviendo la cabeza...